Eclipse Total de Luna - 21/01/19

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eclipse lunar

El Galileo Galilei recibió más de 15.000 mil visitantes.

 

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Créditos: Alberto Russomando - Planetario de la Ciudad de Buenos Aires

Durante la noche del domingo 20 y la madrugada del lunes 21 de enero una multitud se reunió en el parque 3 de febrero para compartir un eclipse total de Luna. El equipo de divulgadores científicos del Planetario de Buenos Aires lo esperaba con 7 telescopios, charlas al aire libre que explicaban cada detalle y buena música.

 

telescopistas

Créditos: Mariano Ribas - Planetario de la Ciudad de Buenos Aires

La sombra de la Tierra

Como en todos los eclipses lunares, en la noche del domingo 20 al lunes 21 de enero hubo Luna Llena. 

A las 23:36 la Luna entró en la penumbra, la parte externa de la sombra terrestre. Ese fue, técnicamente hablando, el comienzo formal del eclipse. Sin embargo, en esta primera etapa  la Luna apenas disminuyó su luminosidad general.

El verdadero show comenzó a las 00:34 del lunes, cuando la Luna ingresó en la umbra, la parte central del cono de sombra terrestre. Minuto a minuto, la redondeada sombra de la Tierra fue cubriendo el disco lunar, trazando un “mordisco” oscuro cada vez más grande.

grafico eclipse

 

Totalidad: la Luna rojiza

A la 1:41 del lunes, tras algo más de una hora de lento y progresivo oscurecimiento, la Luna quedó completamente sumergida en el cono de sombra terrestre: fue el inicio de la Totalidad, la etapa más espectacular del fenómeno. En ese momento, la Luna estaba a 33° sobre el horizonte noreste de Buenos Aires. La Totalidad duró 1 hora y 2 minutos (y su momento más “profundo” fue a las 2:12).   

Los 7 telescopios brindaron a miles de asistente una visión inolvidable del fenómeno. Los especialistas respondieron cada inquietud y por micrófono comunicaron a todos los que se acercaron al parque cada detalle para pudieran tener una verdadera dimensión de lo que estaba sucediendo.

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Créditos: Alberto Russomando - Planetario de la Ciudad de Buenos Aires

Durante la "Totalidad" la Luna, en lugar de desaparecer del todo (como podríamos esperar, dado que no recibe luz solar directa), quedó muy débilmente iluminada con un suave color rojizo-anaranjado con matices marrones y verdosos.

 

secuencia

Créditos: Mariano Ribas - Planetario de la Ciudad de Buenos Aires

¿Por qué?

La explicación está en nuestra propia atmósfera –especialmente su capa más baja, la tropósfera- , que al refractar algo de luz solar hacia el interior del cono de sombra, salvó a la Luna de lo que, de otro modo, hubiese sido la oscuridad absoluta. Como la mayor parte de esa débil luz corresponde a las longitudes de onda del rojo y el naranja, en la Totalidad de un eclipse de Luna nuestro satélite se “tiñe” de esos  colores. 

 

Final del eclipse

La Totalidad finalizó a las 2:43 de la madrugada, cuando la Luna comenzó a salir lentamente de la umbra. El resto del eclipse fue como ver la película al revés: durante los 67 minutos siguientes, la blanca e intensa luz solar directa fue bañando nuevamente el disco lunar. La Luna salió por completo de la umbra a las 3:50 marcando el final de la parte más interesante del fenómeno. Luego comenzó la etapa penumbral de algo más de una hora.

 

Previa musical

Antes del eclipse, a las 22 h,  un dúo de blues y jazz -compuesto por el guitarrista y cantante Juan Cuiñas y el armonicista Nahuel Castrillon- interpretó diferentes temas musicales con proyecciones inmersivas a cúpula completa bajo el domo del Planetario. Más tarde el show musical en vivo se presentó también al aire libre para las miles de personas que observaron por los telescopios. 

 

blues en la sala

 

El próximo…

Fue una noche inolvidable. Una muestra más del impecable funcionamiento de los precisos engranajes celestes, regidos por las leyes y los mecanismos de la gravedad. Ciencia en su estado más puro y palpable. Astronomía. La misma ciencia que nos permite saber, con total certeza, que el próximo eclipse total de Luna visible desde Argentina será el 26 de mayo de 2021.

 

planetario y parque con miles de asistentes

Créditos: Alberto Russomando - Planetario de la Ciudad de Buenos Aires