Ver para creer

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Luz

 ..  o creer para ver? 

No parece necesario explicar lo que vemos. Alguien podría decir que con ver alcanza… Pero para la curiosidad de nuestra especie, nada alcanza por sí mismo. Queremos explicar y comprender los fenómenos que nos rodean. Los más obvios, los que damos por sentado tanto como los ocultos y llenos de misterio. Durante muchísimos años alcanzó para explicar la visión con una idea de Homero, un poeta griego muy famoso que casi nos convirtió en Superman. Y no es una metáfora. La idea era que vemos porque nuestros ojos emiten rayos táctiles que al chocarse con los objetos nos dan una imagen. Los filósofos griegos de la Antigüedad nos iluminaron con ideas simples como esta y la complementaron con la óptica geométrica para explicar cómo vemos los objetos, distinguiendo si están cerca o lejos, sus formas y colores. 

 

Homero

Homero, un poeta griego

 

La realidad es que no existen esos rayos táctiles saliendo de nuestros ojos. Si existieran, veríamos aún en la oscuridad. Sólo vemos porque hay luz por fuera de nosotros. Y la luz se ve, pero a la vez, no se ve…

 

Alhazen

Ibn al-Haytham matemático, astrónomo e ingeniero árabe, , mejor conocido como Alhazén

 

Por el año 1000 DC, Alhazén, un árabe muy importante en la historia del conocimiento de la luz, especialmente en la óptica, dio vuelta la teoría y dijo que la luz son rayos que salen de los objetos y llegan a nuestros ojos. ¿Entonces es un rayo la luz, finalmente? En este caso, los rayos salen del Sol, o de cualquier fuente luminosa, chocan con los objetos y así es como los vemos. ¿Suena a lo que sabemos casi intuitivamente, no?

Pero, en algún momento, alguien iba a tener que explicar de qué están hechos esos rayos. Y eso no es tarea sencilla. La búsqueda de esa respuesta llevó a un debate profundo que comenzó en el Siglo XVII y duró varios siglos.  ¿Se trata de corpúsculos o de ondas como las sonoras? Si son ondas, ¿necesitan un medio para viajar? ¿A qué velocidad lo hacen?

Todos los científicos importantes de la época expusieron argumentos e hicieron experiencias para explicar sus teorías.

 

Newy¿ton

Isaac Newton físico, teólogo, inventor y matemático inglés

 

Newton, consideraba que la luz estaba formada por pequeños corpúsculos de baja masa. Sus experimentos parecen probar su teoría, pudiendo explicar los fenómenos de reflexión y refracción de la luz. 

Huygens, planteaba que la luz estaba formada por ondas, equiparables a las del sonido. De ser así, requerían de un medio para transportarse. Eso hizo más compleja la cuestión. Porque si en el espacio hay vacío  ¿cómo puede viajar la luz del Sol y de las otras estrellas más lejanas?

El éxito explicativo de los experimentos de Newton, sumado a su prestigio y posicionamiento en lugares de poder de aquella época hizo que se imponga la teoría corpuscular de la luz a lo largo del siglo XVII y XVIII.

Sin embargo, hay un experimento que queda pendiente en aquel siglo. Medir la velocidad de la luz en el agua. Si se trata de ondas, esta debe disminuir al ingresar al agua. En cambio, las partículas deben acelerarse. Las posibilidades tecnológicas de hacer esa medición fueron viables recién a fines del siglo XIX. Y probaron que la luz viaja más lento en el agua que en el aire. Para ese entonces la teoría corpuscular ya había quedado en dificultad para resolver nuevos experimentos sobre la difracción de la luz realizados a principios de 1810  para los cuales la teoría ondulatoria si había tenido éxito explicativo.

Por lo tanto el siglo XIX fue el del triunfo de la onda. Pero ahora quedaba por resolverse el problema de cómo viajan las ondas en el espacio. La primera respuesta fue el éter. Un medio elástico, invisible, rígido… El problema es que los planetas lo tendrían que atravesar constantemente sin que les opusiera la menor resistencia… demasiado raro, ¿no? En este punto, las conclusiones del físico escocés James Clerk Maxwell sobre ondas electromagnéticas colaboraron para eliminar el éter y permitir a la luz viajar en el vacío.

 

Einstein

Albert Einstein, físico alemán nacionalizado después suizo, austriaco y estadounidense.

 

En el siglo XX, Einstein retoma la teoría corpuscular y le pone nombre a esos corpúsculos: Fotones. La historia de la ciencia, a veces parece circular. Pero los científicos no temen volver al punto de partida.

Actualmente la luz es considerada a la vez una partícula –fotón- y una onda electromagnética. Según qué propiedades de la luz se investiguen, se acepta su naturaleza dual.

Ambas teorías han ondulado de siglo en siglo, dominando una cada vez. Parece increíble, pero así avanza y explica la ciencia. Los fenómenos no pueden ser comprendidos en formas dogmáticas. Es necesario estar dispuesto a creer y dejar de creer en todo para poder entender el mundo que nos rodea. He allí la magia tan poderosa del conocimiento acumulado por la humanidad toda y la capacidad del conocimiento científico de aceptar el cambio constante de paradigma.