El 8 de marzo es una reivindicación a la lucha histórica de las mujeres por lograr un mundo en el que todas las personas sean iguales, gocen de los mismos derechos y tengan las mismas oportunidades. 
Desde el Planetario Galileo Galilei queremos destacar la vida de estas mujeres que hicieron y hacen historia en el ámbito científico espacial. Algunas de ellas, de hecho, no fueron debidamente reconocidas en su momento ¡Hoy elegimos nombrarlas!
Te invitamos a compartir con nosotros una muestra fotográfica de estas grandes mujeres que podrás disfrutar en nuestra plaza astronómica todos los días.

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Wally Funk

Aviadora, instructora de vuelo, astronauta

Nació en Nuevo México (Estados Unidos) el 1 de febrero de 1939.
Tuvo su primera lección de vuelo a los 9 años y, una década después, obtuvo su licencia de piloto en la que se consideraba la mejor escuela de vuelo de Estados Unidos. Intentó estudiar mecánica, pero en ese momento era una carrera sólo para varones. Fue la primera civil en tener un puesto como instructora de vuelo en una base militar estadounidense y la primera mujer investigadora de seguridad aérea en su país.
Entre 1960 y 1962 fue una de las voluntarias del Mercury 13, un programa extraoficial paralelo al Mercury 7, el que fue el proyecto de la NASA para enviar a los primeros hombres al espacio. Las 13 mujeres piloto mostraron un excelente desempeño, tanto físico como psicológico y, en muchos casos, ellas superaron a los varones del Mercury 7.
Aunque se demostró que las mujeres podían ser astronautas, finalmente no se les dio esa posibilidad y la NASA no permitió reclutar mujeres hasta 1978. 
En 2021 Wally logró concretar su sueño de ser astronauta. A los 82 años de edad, a bordo de la nave New Shepard de la empresa Blue Origin, se convirtió en la mujer de mayor edad en viajar al espacio.

Valentina Vladímirovna Tereshkova

Cosmonauta, ingeniera, política

Nació en Yaroslavl (Unión Soviética) el 6 de marzo de 1937.
Fue una verdadera pionera, la primera mujer en llegar al espacio, en junio de 1963. Con sólo 26 años, durante 3 días y en solitario, orbitó la Tierra 48 veces.
Provenía de una familia muy humilde. Trabajó en una fábrica textil mientras estudiaba Ingeniería Técnica Industrial. Practicó paracaidismo, lo que la habilitó para presentarse como candidata en el programa espacial soviético Vostok, que ya había enviado a Yuri Gagarin al espacio dos años antes.
En el Centro de Entrenamiento de Cosmonautas, además de la preparación física, recibió instrucción en temas de matemáticas, meteorología, astronomía, física y navegación espacial.

Margaret Heafield Hamilton

Matemática, ingeniera de software y empresaria.

Nació en Indiana (Estados Unidos) el 17 de agosto de 1936. En los comienzos de la informática, la programación (en base a tarjetas perforadas) era una tarea mayormente femenina, comparable a la mecanografía. Por eso, muchas pioneras de la programación fueron mujeres. Margaret es considerada la primera ingeniera de software.
Aunque durante mucho tiempo su aporte al proyecto Apolo fue poco conocido, lideró el equipo que desarrolló el software de navegación a bordo, que permitía a los astronautas guiar la nave y no depender enteramente de los controles en Tierra. Éste tenía la capacidad de detectar tempranamente errores y ejecutar tareas según una prioridad asignada, evitando sobrecargar la computadora.
Aprovechando los conocimientos adquiridos, se dedicó a la actividad privada fundando empresas de software enfocadas en la prevención de errores y fallos.
Combinó su carrera con la vida familiar, y es una entusiasta a la hora de animar a las chicas a involucrarse en carreras científico-técnicas. 
Debido a su carácter alegre, el paso de Margaret por la NASA es recordado con gran cariño.

Nancy Grace Roman

Astrónoma, ejecutiva

Nació en Tennessee (Estados Unidos) el 16 de mayo de 1925, falleció en Maryland (Estados Unidos) el 25 de diciembre de 2018.
Su madre, profesora de música, y su padre, geofísico, fueron los inspiradores de su interés por la ciencia. Los cielos despejados que pudo disfrutar en su infancia la llevaron a fundar, a los 11 años, un club de Astronomía con sus compañeros de escuela. 
En el Laboratorio de Investigación Naval de Estados Unidos trabajó en temas de radioastronomía y espectroscopía de microondas, enfrentando las dificultades de ser mujer en ámbitos predominantemente masculinos, una brecha de género que aún no se ha logrado romper.
Llegó a ser una de las primeras mujeres en ocupar puestos jerárquicos en la NASA. Impulsó el programa que pondría en órbita el telescopio Hubble, abogando en el Congreso por el financiamiento del proyecto y generando una fuerte campaña de comunicación. Por eso la apodaron “la madre del Hubble”.
Ella considera que su legado como científica es nunca haber permitido que el hecho de ser mujer la frenase en sus proyectos. En sus últimos años de actividad se enfocó en impulsar a niñas y mujeres en abrazar carreras científicas
Como homenaje, un asteroide fue nombrado 2516 Roman, y para 2027 se prevé el lanzamiento de un Telescopio Espacial que llevará su nombre, diseñado para investigar la materia oscura, exoplanetas y de astronomía infrarroja.

Dorothy Metcalf-Lindenburger, Stephanie Wilson, Tracy Caldwell Dyson y Naoko Yamazaki

En 2010 coincidieron por primera vez 4 astronautas mujeres en la Estación Espacial Internacional:  

• Tracy Caldwell Dyson - química, integrante de la NASA - nació en California (Estados Unidos) el 14 de agosto de 1969 
• Naoko Yamazaki - ingeniera aeroespacial, miembro de JAXA, la Agencia Espacial Japonesa – nació en Chiba (Japón) el 27 de diciembre de 1970
• Dorothy Metcalf-Lindenburger - geóloga, educadora, miembro de la NASA – nació en Colorado (Estados Unidos) el 15 de mayo de 1975
• Stephanie Wilson - ingeniera aeroespacial, integrante de la NASA - nació en Massachusetts (Estados Unidos) el 27 de septiembre de 1966

Al comienzo de la “carrera espacial”, en la década de 1960, para ser astronauta se requería experiencia como piloto de pruebas o piloto militar. En la actualidad es necesario tener algún título universitario en carreras de ingeniería, ciencias naturales, matemáticas, computación o medicina. Las y los aspirantes deben también aprobar un estricto examen médico y psicológico, así como un entrenamiento físico para afrontar las condiciones de microgravedad. Además, es indispensable poder soportar situaciones de estrés y aislamiento.
Las mujeres siguen siendo minoría en el espacio, aunque cada vez su participación es mayor. 
Las nuevas misiones a la Luna, como el programa Artemis, prevén incluir astronautas mujeres. Quizás sea por fin un pie femenino el próximo que deje su huella en nuestro satélite.