Charla científica presencial. Prof. Rafael Girola

Uno de los problemas del siglo XVI era determinar la longitud del lugar. Este problema permitió determinar que la velocidad de la luz no se propaga en forma instantánea.
Con el advenimiento del telescopio y el descubrimiento de las lunas descubiertas por Galileo y el reloj de péndulo de Christiaan Huygens fue el camino para resolver tanto el problema de la longitud como la determinación de la velocidad de la luz. A partir del problema practico cartográfico en la determinación y cálculo de la longitud este oeste, Ole Roemer, logró medir por primera vez en 1676 la velocidad de la luz. En este encuentro, se analiza la forma de proceder desde una mirada histórica y la repercusión de la misma en el escenario científico de la época, con el apoyo recibido por Christiaan Huygens e Isaac Newton a pesar de las miradas diferentes sobre la naturaleza de la luz (ondulatoria/corpuscular), y una posición crítica sobre el resultado por parte de Giovanni D. Cassini.  Se reinterpretan los resultados de las observaciones efectuadas por Roemer, su discrepancia con Cassini y cómo se resuelve, confrontando con mediciones de la luz debido a la aberración de la luz, fortaleciendo el reconocimiento científico a Roemer como la primera persona en medir la velocidad de la luz. También se mostrará el alcance de la medición de la velocidad de la luz en escenarios físicos como la no existencia de un posible éter. “El estudio de constantes y unidades se realiza desde varias perspectivas que no solo son complementarias, sino que son también inseparables, formando una red relacional cerrada que hace intervenir física fundamental, física aplicada y tecnología" (Jesús Navarro), autor de "Constantes universales").

Miércoles 28 de febrero a las 19 h. Ingreso por orden de llegada, sin inscripción previa.